El clima es continental, caracterizándose por las grandes oscilaciones térmicas entre sus estaciones, y por su sequedad.

Los inviernos son largos y fríos, llegando a alcanzar en ocasiones temperaturas de hasta 15º bajo cero. Las nevadas, hoy en día, no son tan continuas y copiosas como hace una treintena de años, las cuales obligaban a los agricultores a estar semanas sin poder salir a trabajar al campo, en la actualidad nieva en contadas ocasiones y se limita a unos pocos centímetros. Las heladas suelen ser frecuentes, llegando incluso a producirse en los meses de abril y mayo, afectando a los cultivos de la zona, siendo los más perjudicados los almendros, ya que es raro coger cosecha dos años consecutivos.

Los veranos son cortos y calurosos, suelen componerlos los meses de julio y agosto, por las noches suelen bajar las temperaturas debido al viento solano que comienza a soplar al atardecer, lo que obliga a ponerse algo de ropa de abrigo, sobre todo en la segunda quincena de agosto, periodo en que empieza a notarse el descenso de las temperaturas. Las temperaturas en esta época suelen ser mayores que en el litoral valenciano, aunque la poca humedad ambiental hace que no se note tanto esa diferencia de temperatura. Los días en que el viento predominante es el poniente, las temperaturas pueden llegar a los 40º.

En otoño debido al descenso de las temperaturas, es normal las escarchas y las heladas matutinas.